Práctica con el Deva y los Elementales del Fuego
Autora: Elena Barrera de Marcatini
“Cada día nos calentamos con Fuego,
Nos bañamos con Agua,
Sentimos el Viento en nuestros cabellos,
Caminamos sobre la Tierra”.
Cada elemento de la Naturaleza tiene lo que se llama un “elemental”. Los elementales de la Naturaleza son criaturas que animan todo lo creado, todo lo que ha sido y todo lo que será.
Estos elementales de la naturaleza sirven en la Creación: algunos animan el fuego, otras impulsan el aire formando los vientos, algunas animan las aguas, otras trabajan en la alquimia de los metales dentro de las entrañas de la tierra.
Cada elemento tiene un Regente o Deva. Ellos son:
Agni, señor del Fuego. Los elementales son las salamandras y salamandrines
Varuna, señor del Agua. Los elementales son ondinas y nereidas
Pavana, señor del Aire. Los elementales son silfos y sílfides
Kitichi, señor de la Tierra. Los elementales son gnomos y pigmeos
Indra, señor del Éter. Los elementales son los punctas
El Aire significa pensamiento y razón, y el Fuego significa deseo, entusiasmo.
La palabra “entusiasmo” proviene del griego y significa “Dios está dentro de ti”.
Vamos a realizar a continuación una Meditación con el elemento Fuego. De modo que en esta meditación vamos a proponernos vivenciar la presencia de Dios en nosotros, avivando nuestro fuego interior.
Comenzamos entonces realizando unas respiraciones suaves, lentas y profundas y alentando a nuestro cuerpo a relajarse, distensionarse y prepararse para vivir intensamente este momento de comunión con el elemento fuego imaginándonos que nos encontramos dentro de el espacio sagrado que es el Templo del Fuego.
Imaginamos que nuestro chakra 7 ubicado en la coronilla se abre como una flor de mil pétalos y desde el Cosmos infinito descienden rayos dorados muy brillantes, rayos plateados luminosos, rayos de color azul intenso, rayos de color fucsia, que penetrando por ese chakra coronario inundan nuestro cerebro y todo nuestro cuerpo propiciando la sutilización de nuestros cuerpos físico, vital, emocional y mental.
Nos fusionamos con las partes autónomas de nuestro Ser (Padre, Madre, Cristo y Espíritu Santo), recordando que vivimos en Dios. Lo hacemos cada uno a su manera.
El fuego gobierna nuestro cuerpo físico desde el corazón hasta la región coxígea. Las salamandras del fuego nos permiten mejorar nuestros sentidos y ellas penetran en nuestro organismo con el mantram RA. Ellas nos conceden la potestad de limpiar nuestros nadis (Idá y Pingalá) para que suba nuestra energía en forma esplendorosa, quitando cualquier obstrucción de la columna vertebral y depurando nuestros órganos. Vocalizaremos en mantram RA por 3 veces alargando el sonido.
RRRRAAAA…..RRRRAAAA…..RRRRAAAA
Invocamos ahora a las Divinas Jerarquías que siempre nos acompañan, nos protegen y nos guían y hacemos esta invocación en el nombre del Amor, en nombre de la Paz, en nombre de la Fe, de la Libertad, en nombre del Perdón y de la Misericordia Divina.
Rogamos a las Divinas Jerarquías que están aquí presentes que junto a nuestro intercesor elemental nos pongan en contacto con El Sr. Agni y con las salamandras y salamandrines del fuego.
Invocamos al Divino Regente de los elementales del fuego, al Sr. Agni (3), en el sagrado nombre de los Dioses de los elementales, le invocamos y le pedimos que nos conceda el privilegio de que los divinos elementales que Ud. regentea, salamandras y salamandrines nos asistan y nos permitan mantener el entusiasmo por la Gran Obra de Dios, por manifestar siempre nuestra alegría, y ser positivos todos los días, que esa fuerza proveniente de la presencia de Dios en nuestro interior nos impulse a sentir el deseo de realizar actividades productivas, a sentirnos alegres por ello e incentivados al mismo tiempo.
Les pedimos que nos recuerden siempre que el Fuego se trata de energía y entusiasmo, de la vitalidad de la vida. Es acerca del humor y la pasión, y de encontrar el valor de aferrarnos a nuestras convicciones. Es acerca de la esperanza, y sobre todo esperanza del futuro.
Pedimos a las Salamandras y Salamandrines del Fuego que nos limpien y purifiquen de bajas pasiones y vicios y nos permitan cambiar para mejorar aquello que traba nuestro desarrollo. Que destruyan todas las fuerzas negativas, que impiden nuestro avance espiritual. Que potencien en nosotros la libertad, la percepción, la visión, la iluminación, el aprendizaje, el amor, la voluntad, la energía, la autoridad, la curación, la purificación, la sabiduría divina.
Manteniendo nuestros ojos cerrados nos concentramos en nuestra visión interna, y tratemos de ver a estos chispeantes seres elementales fluctuar y caer en cascada como un reguero de estrellas luminosas puntiagudas, a medida que se unen en móvil formación, haciendo la danza de la vida en nuestros cuerpos internos y a nuestro alrededor.
Pedimos al Divino Sr. Agni que ejerza potestad sobre las salamandras y salamandrinas y contengan todos los fuegos descontrolados y destructivos, y que sometan esos incendios al control divino.
Pedimos a las salamandras que se polaricen y sometan a la santa voluntad de Dios.
Invocamos la asistencia divina para levantar las cargas de la Madre Naturaleza y ofrecer renovación a toda la vida elemental del planeta Tierra.
Enviamos nuestro amor y gratitud a todos los elementales del aire, del agua, de la tierra y del fuego.
Final:
Con este sentimiento de gratitud y de amor, vamos a ir integrándonos nuevamente a nuestro cuerpo, visualizándonos internamente de pura luz y recordando que el cuerpo físico es el templo de Dios donde habita nuestro Real Ser…..vamos percibiendo nuevamente la materia, manteniendo la conciencia de que nuestro Ser y nuestra alma están dentro de este cuerpo y allí deben permanecer. Damos gracias a las Jerarquías Divinas, a los regentes de los elementales de la Naturaleza, a los elementales, al Templo del Fuego, a nuestro Divino Dios Interno y pedimos Su Santa Bendición, que recibimos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, de la Divina Madre y del Santo Tetragrammaton. Les pedimos que esta bendición se haga extensiva a nuestros seres queridos, a nuestros países, a todas las naciones del mundo, que sean bendecidas por la Divinidad en el día de hoy. Que esta práctica que hemos realizado sea un regalo para el planeta Tierra, en todos los reinos. Todos repetimos: Amén, amén, amén, amén. Inhalamos profundamente por 4 veces y abrimos los ojos.
Elena Barrera de Marcatini
De nacionalidad Argentina, ingresó a ADASEC Argentina el 3 de agosto del 1991 y ha servido como ejecutiva de esta desde el 6 de octubre del 1995. Como socia y ejecutiva se ha dedicado a impartir cursos, seminarios y talleres a favor del desarrollo de los valores humanos y de vivenciar la espiritualidad.
Elena es instructora del curso Vivencia Esencial Método Desoto en Argentina y también es instructora internacional de FIADASEC. Además, es Maestra de Reiki Usui Tibetano y Renacedora. Tambien tiene experiencia en las artes como bailarina, y como música, integrante del IntiGaia Trio.